domingo, 23 de septiembre de 2007

Reseñas y Denuncias Mayo 2007

...Desde hace varios años, el galpón que antes ocupaba la extinta Coopercaricuao, fue invadido por un individuo de nacionalidad colombiana (no sufrimos de xenofobia), y no hay manera de hacerlo salir de este lugar, cuyos espacios pueden ser utilizados por los vecinos de Ruiz Pineda (Sector UD7), para desarrollar proyectos de tipo comunitario. En su lugar, una sola persona se beneficia con unas instalaciones que no le pertenecen y donde se está enriqueciendo con la venta de materiales de construcción y se dice que sólo es un testaferro porque detrás de él se encuentra un dirigente adeco que se beneficia con las ganancias que perciben. En una oportunidad, la comunidad, junto con la autoridades lo iban a desalojar pero utilizó a su hija enferma para mantenerse en esas instalaciones. Los habitantes del sector UD-7 de Ruiz Pineda esperan que este señor tome conciencia y abandone por sus propios medios este galpón que ellos quieren recuperar para actividades de tipo endógeno donde se beneficie un colectivo y no una sola persona. La Junta Parroquial debe manifestarse y darle últimatun a este individuo o utilizar la fuerza pública para que la comunidad rescate este enorme galpón. Se sabe que este caso está en los tribunales y hasta puede ir preso el invasor porque golpeó a uno de los directivos de Cooperacaricuao, quienes estaban en trámites para montar un proyecto en este lugar. Pero como todo lo que tiene que ver con el poder Judicial, no toman decisiones expeditas para solventar casos de este tipo sino que pasan años sin que se hagan valer los derechos de los venezolanos... Continuán los problemas en la Clínica Popular de Caricuao. Ahora parece que la atención es mínima porque la misma está contaminada. ¿Cómo es eso? Que la directora y demas autoridades expliquen que pasa con este centro hospitalario. Todos los pacientes son remitidos al CDI de la UD-6 y esta gente no se da vasto para atender a tantas personas. Si la Clínica Popular de Caricuao no está funcionando, deben cerrar sus puertas y ocupar estas instalaciones en algo que beneficie a las comunidades y no a un personal que maltrata a los pacientes, siempre les dice que los aparatos están dañados para no atenderlos, no informan sobre las actividades y se niegan a recibir a los medios comunitarios porque ellos son amigos de los medios de comunicación golpistas pero desprecian a los comunitarios porque no les taparean sus vagabunderías. Que se manifieste la Contraloría Social.
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