domingo, 23 de septiembre de 2007

Editorial Diciembre 2005

Les presentamos los editoriales a partir de Diciembre 2005. Se puede observar cómo las mismas ideas se mantienen en el tiempo. Esperamos que con la reforma de la Constitución Bolivariana de Venezuela, las situaciones mejores en beneficio del pueblo.
Mientras las personas que ocupan cargos de relevancia en la administración pública, no cambien su «diskette mental» y asuman que estamos frente a un proceso de cambios que exige la participación de todos para mejorar las instituciones, todo se estancará y será mucho el odio y la molestia de los que menos poseen en este país. Y lo más grave es que el presidente Chávez piensa que la mayoría de sus colaboradores están trabajando en beneficio de las mayorías pero no es así. Sería bueno que el jefe de Estado le diera un voto de confianza a todas aquellas personas que constantemente denuncian irregularidades por el diario VEA, Radio Nacional, ViveTV y un sin número de medios comunitarios, donde expresan su impotencia y ya están cansados de estos adeco-copeyanos disfrazados de chavistas (rábanos), que le están causando tanto daño a la revolución que está en marcha. Por ejemplo, en Pdvsa, aquellos hombres y mujeres que trabajaron fuertemente para que la industria petrolera no fuera destruida por la oposición en el año 2002, durante el paro petrolero, ahora los despiden unos gerentes advenedizos que nada hicieron durante estos momentos difíciles para el país. ¡Todavía hay mucho golpista dentro de la industria ptrolera! En otras instituciones, despiden sobre todo a los contratados para meter a adecos y copeyanos, que resultan detractores del presidente Chávez. En el CNE, muy a pesar de la presencia de Miguel Rodríguez, hay una cantidad de vagabundos que ponen las miles de trabas para que aquellos partidos minoritarios que apoyan las políticas del presidente Chávez lleguen a la Asamblea Nacional. Y así pasó en las elecciones municipales, lo que significa que nada ha cambiado y continúan las mismas vagabunderías y corruptelas dentro de la mayoría de las instituciones. ¿De qué vale que el primer mandatario nacional designe a hombres y mujeres de su mayor confianza si luego éstos nombran en distintas direcciones a personas que no tienen sensibilidad hacia sus semejantes, no les importa despedir a quienes trabajan, a quienes han traido mejoras a las instituciones, mientras por amiguismo, pago de comisiones y hasta asuntos de faldas se quedan con personas que en nada favorecen el proceso revolucionario?. ¿De qué vale que se hable de Contraloría Social y se esté preparando personal para ejercer esta función si estos «jefes de pacotilla» no respetan a nadie y esos contralores no pueden pasar por encima de sus altos cargos que les permiten ser groseros y abusivos con el personal?. Lo mismo pasa en las misiones, donde se han infiltrado muchos «escuálidos», tanto vencedores como facilitadores, tratando de acabar con ellas. En cuanto a las cooperativas, ¿es justo que sus miembros tengan años esperando por un crédito mientras el dinero está ganando intereses en los bancos para favorecer a los banqueros golpistas y a los ladrones de cuello blanco que todavía están enquistados en la administración pública? Presidente, por favor oiga a su pueblo, no todos los que lo rodean son sus amigos, y le presentan unas cuentas que en nada se parecen a la realidad, y lamentablemente Ud. cree que todo va sobre ruedas y no es así; investigue y tome los correctivos necesarios, para acabar con tanta vagabundería, indolencia y desidia. Y no vengan ahora a descalificarme como siempre hacen con quienes los adversan por sus malas acciones y resulte que soy desestabilizadora y antichavista. ¡Por favor!

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